En nuestro Santuario rescatamos erizos debilitados o envenenados por los pesticidas agrícolas, aves heridas o tiroteadas, salamanquesas recogidas en viviendas domesticas, También algunos zorros han sido recogidos del entorno humano, y después han sido devueltos a la vida salvaje.
Nosotros no nos quedamos con animales salvajes. Solo los recogemos, recuperamos y , si es necesario, los llevamos a los centros oficiales de salvamento animal como los CREA (Centro de Recuperación de Especies Amenazadas).
Es una labor bonita pero agotadora. Siempre queda la satisfacción de poder devolver la felicidad a estas criaturas.